Así como no se puede sentir todos los olores en una única flor y no se posee todas las calidades o todos los defectos, no se puede, de igual manera, obtener todo lo que se quiere o del modo como se quiere. Es necesario elegir o aceptar lo que fue elegido.
Es imprescindible aprender o, por lo menos, aceptar que la vida es hecha de elecciones, por veces, insólitas como escribió Borges.
Qué extraordinario sería si existiera el don de elegir. Así, quién sabe, uno no sentiría tanto dolor al darse cuenta de que nada se puede hacer para que el tiempo impiadoso pare de seguir, para que las hojas dejen de caer, para que los recuerdos y los sueños no se desvanezcan a cada segundo que pase.
Pienso que “el saber elegir” supone una mezcla de certezas y virtudes, como la certeza de lo que se quiere y el coraje para quererlo, pues querer implica también perder.”
(por Karen Raquel)
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